08 marzo 2012

PR-TE 102. JOSA-LA HOZ DE LA VIEJA-JOSA

Aprovechando el viaje a la carrera de montaña del río Martín en Alcaine completé este recorrido que sigue el profundo barranco del río Sus o de la Cantalera. Ya hacía tiempo que tenía interés por explorar los profundos barrancos que, con nacimiento en las proximidades de La Hoz de la Vieja, descienden al río Martín. El que conocía mejor era el barranco Radón que desemboca en el Martín en Alcaine (parte del recorrido de la carrera del río Martín discurre por la parte final de su cauce seco entre el estrecho del Hocino y el cementerio) pero este barranco tiene interrumpida su continuidad por la cascada del Cubo. La otra posibilidad que contemplaba era la del barranco del Val (más al sur) por el que se podía bajar de La Hoz de la Vieja a Peñarroyas, pero no sabía si se podía acceder al cauce y si éste tenía continuidad. Finalmente, ha sido el barranco de la Cantalera (el más septentrional) el primero que he explorado y ello se debe principalmente al hecho de que en el Heraldo de Aragón del jueves 26 de febrero de 2012 viniera reseñado este PR TE 102 entre Josa y la Hoz de la Vieja.

Después de la carrera me acerqué a Josa y realicé un recorrido circular muy interesante enlazando las dos variantes entre Josa y La Hoz de la Vieja (ambas balizadas como PR). Dejé el coche frente al polideportivo en la parte baja del pueblo. Desde el polideportivo hay que cruzar el pueblo ascendiendo por la calle Mayor hasta la plaza y continuar por la calle Iglesia. Superada la Iglesia (que dejaremos a nuestra derecha) se desciende al cauce del barranco por una rampa cementada.

Remontando por el cauce del barranco pronto alcanzamos un poste con tablillas indicativas de PR. Aquí se separan los dos caminos que ascienden a La Hoz de la Vieja: a la izquierda continua el sendero tradicional entre los dos pueblos que asciende a los relieves de la margen derecha del barranco y discurre sobre los mismos alejándose del cauce. A la derecha continua una desfigurada senda que sigue el cauce del barranco. Yo continué a la derecha pués mi gran interés era superar el hocino de este barranco que, según la reseña, estaba equipado con peldaños metálicos y algunos pasamanos. Conviene seguir las indicaciones y continuar claramente hacia la derecha hasta alcanzar el trazado de una antigua acequia, porque el balizamiento del cauce hacia la izquieda nos saca fuera del barranco por la variante de las lomas.

Al alcanzar el trazado de la acequia el balizamiento se pierde pero no tiene ninguna dificultad progresar junto a la acequia por las trazas de la senda que sigue los bancales abandonados de la margen izquerda del barranco. A la altura de las ruinas del Molino Alto de Josa (25´) se recupera el balizamiento y la progresión continua alternativamente por una u otra margen del cauce sin que en ningún caso el vadeo resulte complicado. El tránsito resulta cómodo por un barranco despejado (la vegetación no ha invadido las riberas) con poco arbolado. Tan sólo destacan aislados grupos de chopos cabeceros cuya explotación, como la de los bancales que proliferan por las barranqueras subsidiarias, hace mucho tiempo que se abandonó.





Al alcanzar las ruinas de una gran paridera (1h 20´) el cauce se estrecha y la senda abandona el fondo del barranco para iniciar un pronunciado ascenso hacia la derecha por los relieves de la margen izquierda del barranco (estamos en la boca inferior del hocino). Un poste con tablillas indicadoras nos señala (con poca claridad) la nueva dirección que tenemos que tomar (una señal de PR equivocado en una gran roca nos confirma que no debemos continuar por el cauce). La traza de la senda no resulta del todo evidente y falta balizamiento pero debemos remontar toda la loma que se levanta por encima de la paridera y después continuar sobre el cauce del barranco hasta alcanzar un hombro rocoso sobre el primer meandro del hocino donde volvemos a recuperar el balizamiento del PR. El ambiente y el paisaje cambian repentinamente.El cauce herboso de un barranco suave se convierte en un torturado hocino rocoso donde el cauce se encaja en sinuosos meandros. Esta primera vista resulta espectacular.



La senda continua a media ladera sobre el cauce del barranco con contínuos ascesos y descensos para superar las dificultades del terreno. No es una senda, es una traza suficientemente clara forzada para poder superar las dificultades del hocino. No tiene un piso uniforme ni horizontal. Antes de alcanzar un segundo hombro aparecen los primeros equipamientos, primero unas grapas metálicas para descender un pequeño resalte rocoso de apenas un par de metros y después un pasamanos (una sirga para traccionar con las manos) que ayuda a remontar una pendiente rocosa. No son pasos difíciles (se puede prescindir de las ayudas) ni expuestos.

Superado el segundo hombro la traza desaparece y el camino discurre sobre unas afloraciones rocosas muy compactas y continuadas, con fuerte pendiente hacia el barranco. Sobre las rocas seguiremos la línea de pasamanos hasta alcanzar la boca superior del hocino, un bucólico lugar donde se levanta el Molino Viejo (todavía en buen estado de conservacion) y las ruinas de una gran paridera (1h 50´). Un poco mas arriba podremos ver el azud (colmatado) que permitía sacar el agua del cauce para alimentar el molino.





Siguiendo la linde de un campo conectaremos con una pista que seguiremos a la derecha. Unas tablillas indicadoras de PR nos informan que todavía quedan 3,3Km hasta La Hoz de la Vieja. Como mi intención es completar un recorrido circular volviendo por la senda de las lomas continuo hacia La Hoz de la Vieja tratando de localizar el desvío que cambie la orientación de la marcha para retornar a Josa. Es necesario llegar hasta La Hoz de la Vieja (2h 40´) ya que la variente de las lomas nace justo bajo el viaducto de la carretera (tablillas indicadoras).

El primer tramo discurre por una pista que, con fuerte pendiente, gana altura por los relieves de la margen derecha del barranco de la Cantelera (que desde el Molino Viejo vuelve a abrirse en un ancho barranco fuertemente roturado). Al alcanzar unos bancales con pinos de repoblación hay que abandonar la pista por una senda a la izquierda (tablillas indicadoras), senda que siguiendo los desniveles del terreno va progresando, muy bien señalizada, por lomas y barranqueras hasta descender al barranco de la Cantalera muy cerca de Josa. Enseguida se alcanza la bifurcanción inicial de sendas y después el pueblo de Josa (4h 40´). Hay que tener cuidado cuando el balizamiento se deteriore porque la senda cruza pistas unas veces y otras continua por ellas para volver abandonarlas con trazado complejo no excesivamente evidente.






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